ANTECEDENTES: La conexión a tierra se refiere a tener contacto directo con la tierra, como caminando descalzo o acostado en el suelo. La investigación ha encontrado que la base puede mejorar la inflamación, el daño por radicales libres, la presión arterial, la calidad del sueño, el dolor, el estrés, el estado de ánimo y la curación de heridas. Sin embargo, no ha habido investigaciones sobre el efecto de utilizar la base para pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA). Por lo tanto, en este estudio, investigamos la efectividad de la base como una terapia no farmacológica para tratar trastornos del sueño, ansiedad y depresión en pacientes con EA leve. Métodos: los pacientes con EA leve se inscribieron en el estudio. El analizador electroquímico Chi 1205B se empleó para verificar las señales electroquímicas en los puntos de acupo Ki1 y GV16. Utilizamos el índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI), el Inventario de ansiedad por Beck (BAI) y el Inventario de depresión de Beck-II (BDI-II) para evaluar la calidad del sueño, la ansiedad y la depresión, respectivamente, en las semanas 0 y 12. Resultados: este estudio con placebo con traducción de placebo de 12 semanas inscribió 22 pacientes, pero solo 15 pacientes completaron la intervención de 12 semanas y la encuesta de 12 semanas. La conexión a tierra mejoró significativamente las puntuaciones de PSQI en comparación con el grupo de tierra simulada (media ± DE: 0.3 ± 0.7 frente a 3.0 ± 1.9, p = 0.006). Los puntajes en el BAI y BDI-II no cambiaron significativamente después de la base en comparación con el grupo de tierra simulada. Conclusiones: la base puede mejorar la calidad del sueño, pero no mejora significativamente la ansiedad y la depresión entre los pacientes con EA leve.